viernes, 30 de octubre de 2015

Iglesia de Santiago y San Juan Bautista

Hoy nos vamos a adentrar en la iglesia de advocación jacobea más antigua de todo Madrid. Esa en la que otorgan las credenciales a los peregrinos que parten desde Madrid con la idea de realizar el Camino de Santiago. La iglesia primitiva, una de las pocas parroquias desde la época medieval que se construyeron dentro del recinto amurallado, fue derribada por orden de José Bonaparte en 1810. Aunque ya antes, si seguimos las investigaciones de D. Francisco José Marín Perellón, se habían establecido varios dictámenes que aconsejaban su demolición. Por ejemplo, en mayo de 1804, el arquitecto Elías Villalobos reconoció que el templo estaba en estado ruinoso, pero su reparación no llegó a acometerse, sino que el 28 de diciembre de ese mismo año se desplomó parte de la iglesia. En febrero de 1805 un dictamen del propio Cuervo aconsejaba también su demolición. El arzobispado de Toledo encomendó entonces a Cuervo la construcción de nueva planta. Para ello se hicieron cambios en la alineación de la Plaza de Santiago (como se puede apreciar si comparamos con el plano antiguo), realizados por el arquitecto Manuel Brady y aprobados por Juan de Villanueva, en agosto de 1805. Iniciándose las obras de reedificación al año siguiente, pero fueron muy lentas. Como anécdota comentaremos que cuando estallaron en la capital los sucesos del 2 de Mayo de 1808, unos obreros que trabajaban en los tejados de la antigua iglesia, arrojaron sus útiles de trabajo a los soldados franceses que pasaban por debajo. Por este hecho, esos siete valientes obreros fueron detenidos y fusilados en la Montaña de Príncipe Pío. Bonaparte encargó a Juan Antonio Cuervo la construcción de la nueva. Este arquitecto era seguidor de Juan de Villanueva y trabajo en la misma desde 1811-1814.. La edificación de la iglesia de Santiago le dió tanta fama que en 1815 Cuervo fue nombrado Director de la Real Academia de San Fernando y, con ese motivo, le retrato espléndidamente Goya. En la pintura de Goya el arquitecto aparece mostrándonos los planos de dicha iglesia en la mano.

Retrato de Juan Antonio Cuervo, por Goya (1815. Cleveland Museum. EEUU)

En la fachada vemos influencias del Neoclasicismo de Juan de Villanueva, con pilastras y encadenados de granito sobre un liso paramento de ladrillo muy sencillo. Sobre la entrada se halla el relieve con el tema de "Santiago Matamoros", representándonos la legendaria Batalla de Clavijo, donde el apóstol Santiago se apareció en el cielo montando su caballo blanco y ayudando a las tropas cristianas de D. Ramiro, rey de Asturias (allá por el año 845). El gran ventanal situado en el frontón curvo de la cornisa, ilumina el coro que hay a los piés de la iglesia.

Fachada principal de la Iglesia de Santiago (Foto SIEMA)

Detalle de la entrada (Foto SIEMA)

Esquina de la iglesia, que da nombre a la Plaza de Santiago. Podemos contemplar los encadenados de granito y la simbología de la cruz de Santiago y las conchas como adornos 
(Foto SIEMA)

Ese espacio tan sobrio desde el exterior, nos sorprende con sus volúmenes movidos en el interior. La planta es muy curiosa: de cruz griega, cubierta con cúpula sin tambor, pero con linterna. La sensación es que la cúpula es demasiado pequeña para dicha iglesia, de hecho, al caer directamente sobre la cornisa queda como hundida y no se aprecia desde la fachada, tan solo desde el lateral viniendo de Ramales. Una especie de deambulatorio sale de las dos capillas situadas a los piés. En este punto, a la izquierda de la entrada, podemos contemplar numerosas imágenes de Vírgenes, como la advocación de la Milagrosa o la de Fátima y un pequeño S. Antonio. La parte de deambulatorio de la derecha nos conduce a la famosa imagen de San Juanito (obra de Pedro Roldán, el padre de la Roldana) y que se encontraba en la primitiva iglesia de San Juan, cuyos cimientos podemos ver hoy en día en la Plaza de Ramales. Pasado el San Juanito se puede ver un gran Cristo crucificado y la Virgen de la Soledad.

Virgen de la Milagrosa (Foto SIEMA)

Pequeña imagen devocional de la Virgen de Fátima
(Foto SIEMA)

Escultura que representa a S.Juan Nepomunceno
(Foto SIEMA)

S.Juanito de Pedro Roldán, perteneciente a la primitiva iglesia de San Juan, que fue destruída por Bonaparte (Foto SIEMA)

Crucificado (Foto SIEMA)

En el centro del altar mayor destaca el gran lienzo de "Santiago Matamoros", de Francisco Rizzi, que era el mismo que presidía la iglesia primitiva de Santiago y es una de las joyas de la iglesia. Alrededor del mismo vemos las esculturas que representan a los cuatro padres de la iglesia: San Agustín, San Jerónimo, San Gregorio Magno y San Ambrosio. 

Altar Mayor (Foto SIEMA)

Detalle del altar con el barroco cuadro de Rizzi que nos recuerda a Velázquez y Rubens 
(Foto SIEMA)

Detalle del Sagrario (Foto SIEMA)

Detalle de las celosías, pilastras y línea de cornisa (Foto SIEMA)

Los diferentes espacios de la iglesia están separados por pilastras con capital jónico (este último pintado de dorado), que crea un efecto muy elegante y bonito contrastando con el blanco del fondo. En los machones del crucero se abren nichos para imágenes y, encima de ellos se sitúan unos lienzos pintados por Bayeu y Maella que representan al obispo San Julián (de la época visigoda de Toledo, s. VII, que desarrolló importantes tratados teológicos) y a San Norberto (santo posterior, de los s.XII.XIII, que desarrolló su labor en Alemania). Uno es Santiago peregrino y, junto a él, la Virgen del Pilar. Enfrente Nra Señora de la Fuencisla, que es la patrona de Segovia. Al otro lado San José y la Virgen de la Esperanza del famoso escultor Bellver, dotada de un bonito ropaje verdoso muy elaborado. 

Detalle de las cubiertas laterales y lunetos (Foto SIEMA)

Vitrina con la escultura de Santiago peregrino y la Virgen del Pilar a los piés 
(Foto SIEMA)

Virgen de la Esperanza con los lienzos arriba (Foto SIEMA)

Vitrina con la Virgen de la Fuencisla, rematados por lienzos del s XVIII
(Foto SIEMA)

Detalle de la Virgen de la Fuencisla
(Foto SIEMA)

En el lado del Evangelio destaca una capilla dedicada a la Beata Mariana de Jesús , cuya imagen de rostro tremendamente realista se lo debemos a Julián San Martín. Sabemos que Vicente Carducho introdujo la costumbre de trabajar con las máscaras mortuorias de cera que se le hacían a los santos y personas importantes, logrando así un gran realismo en el retrato. La beata fue bautizada en esta iglesia en 1566, como lo recuerda una placa a la derecha del altar. Su cuerpo incorrupto se encuentra dentro del convento de Mercedarias de D. Juan de Alarcón de Madrid. Junto a esta escultura una muy original con la advocación de la Virgen de la Vida. Todo ello se puede ver a lo largo del estrecho pasillo que conduce a la sacristía. Nada más pasar la puerta de la misma, una placa nos recuerda que la iglesia se inauguró en 1817 por el arzobispo D. Luís de Borbón, hijo del Infante D. Luis, por tanto, sobrino de Carlos III y primo de Carlos IV.

Capilla de la Beata Mariana, con la Virgen de la Vida a sus piés
(Foto SIEMA)


Izquierda del altar mayor con el pasillo que conduce a la sacristía
(Foto SIEMA)


Placa conmemorativa de la inauguración por el arzobispo D. Luis
(Foto SIEMA)


En los brazos laterales de la cruz llaman la atención dos grandes retablos de Vírgenes, la de la Salud y la del Carmen. Junto a esta última la capilla bautismal, con la pila y otra de las obras de arte recuperadas de la iglesia de San Juan, el lienzo de Carreño de Miranda titulado "El Bautismo de Cristo". Por eso hoy en día la iglesia une las dos advocaciones, la de San Juan Bautista y la de Santiago en la misma parroquia. 

El Bautismo de Cristo, de Carreño de Miranda (s XVII. Foto SIEMA)

Retablo con la Virgen del Carmen (Foto SIEMA)

Las pinturas de las pechinas son más modernas. Se debe a que en 1872 se realizaron trabajos de restauración del lienzo de Rizzi y trabajos decorativos por la bóveda y pechinas. Actualmente habría que hacer una restauración de las mismas por el deterioro debido a humedades. Sobre los pies de la iglesia de Santiago se levanta un pequeño coro con órgano, que tiene una acústica fantástica. No es tampoco nada despreciable el laborioso trabajo de los herrajes de la puerta, con su decoración detallada.

Vista del coro bajo y órgano (Foto SIEMA)

Bóvedas con las pinturas del s XIX (Foto SIEMA)

Herrajes originales de la puerta de la iglesia de Santiago, con la cruz de la orden 
(Foto SIEMA)

Herrajes y marcas originales en la puerta de entrada
(Foto SIEMA)

Antes de presentaros el fantástico negocio con encanto inaugurado hace un par de meses me gustaría recordar a nuestros lectores que pueden seguirnos, contactarnos o comentar cualquier cosa a través de la web www.siema.es ; Facebook Proyecto Siema o Twitter @siemamadencanto. Hoy hemos elegido La Lonja del mar , situada en la cercana Plaza de Oriente nº 6 e inaugurada hace tres meses, que ya está marcando tendencia. Este restaurante pertenece al mismo grupo que el Café de Oriente y la Taberna del Alabardero, pero su diseño y concepción es mucho más moderna. Aquí se pueden comer unos de los mejores pescados de Madrid, con una preparación clásica o moderna de fusión con la cocina oriental. Tiene como tres ambientes: la terraza, el Raw Bar y el restaurante de la parte alta con maravillosas vistas al Palacio Real. El Raw Bar es para tomar copas o picar algo en un espacio alargado, cómodo y de diseño vanguardista. Para saber más www.lalonjadelmar.com o el tefl 915413333

Escaparate de La lonja (Foto SIEMA)

Moderno y elegante diseño del Raw Bar (Foto SIEMA)

Barra del Raw Bar (Foto SIEMA)

Escalera de subida con los caballitos de mar de lámpara 
(Foto SIEMA)

Vista de uno de los salones de arriba (Foto SIEMA)

Detalles de adornos del mar en las paredes (Foto SIEMA)

Vistas a la Plaza de Oriente desde La Lonja (Foto SIEMA)

Otro de los salones de arriba (Foto SIEMA)

Incluso el baños es merece la pena (Foto SIEMA)

¡¡¡Hasta pronto!!!
Maribel Piqueras



lunes, 19 de octubre de 2015

El Jardín del Príncipe de Anglona y su palacio

En el entorno de la Plaza de la Paja, dentro del Madrid Austria, nos encontramos escondido un bello jardín colgante, único en Madrid. Se conoce como el Jardín del Príncipe de Anglona, ya que se construyó dependiente del palacio anexo del Príncipe de Anglona. De ahí su nombre. Esta metido en una de las zonas más interesantes de nuestro patrimonio. Entre las calles de Segovia y Príncipe de Anglona, junto a la Iglesia de San Pedro. Aunque hoy al jardín se accede desde la Plaza de la Paja. Esta plaza era el espacio abierto más grande en el Madrid medieval, durante los siglos XIV y XV fue eje comercial,  zona de mercado de cereales e importante núcleo situado dentro de la muralla. Tanto es así que las familias nobles madrileñas decidieron construirse sus palacios en este entorno, ya antes de ser Madrid capital de España, como los Vargas o los Lasso, y también después, ya que en el Barroco y en el s.XVIII seguía siendo la zona preferida de residencia de esas familias. El Palacio del Príncipe de Anglona fue primero de Jabalquinto, después de los Benavides, más tarde, pertenecería a los  Condes de Benavente. Desde 1635 perteneció el palacio a esta casa Benavente, con motivo del matrimonio de la heredera, , Francisca Benavides, con D. Antonio Pimentel XI  Fueron los padres de famosa Duquesa de Osuna quienes encargaron al jardinero francés, Nicolás de Chandelier, la construcción de un jardín dieciochesco en 1761. Estaba dotado de un eje simétrico, un diseño en forma de cruz, con fuentes, parterres, pérgolas . En este palacio nació, en 1752, MªJosefa Soledad Alonso Pimentel, que heredaría el título de Condesa de Benavente. También se casó aquí, en 1774, con el IX Duque de Osuna, D. Pedro Téllez de Girón. De ambos personajes tendríamos mucho que hablar, pero no es el momento, ahora solo quiero ambientar en la importancia del palacio y jardín.

La familia de los Duques de Osuna (Goya, Museo del Prado), donde aparece MªJosefa Pimentel, Condesa de Benavente, sentada con su marido y sus hijos.

El Príncipe de Anglona de niño (Detalle del cuadro anterior)

El Palacio, lo mismo que el jardín, pasó por diferentes etapas y dueños a lo largo de su historia. En el plano de Texeira ya se puede observar este palacio de los Benavente, que ocupaba una gran extensión y se organizaba en torno a un patio central. Las diferencias de nivel del terreno hace que los muros de las fachadas no estén todos a la misma altura.  En 1785, en el plano de Tomás López, se aprecian ciertas reformas en el mismo. Ahora se distribuye el espacio entre dos patios. El exterior sigue siendo muy sobrio. De estilo Neoclásico, pero con muchos balcones exteriores. Los Duques de Osuna vivieron en el palacio de Leganitos y también fuera de España, así que alquilaron la propiedad al Consejo de Guerra en 1776. Pero en 1802 los Duques ceden la propiedad a su primogénito, el Marqués de Peñafiel, que aparece de pié en el retrato de Goya. Esos años son de grandes reformas en el palacio, que le proporcionan su aspecto definitivo. Tadey, que también trabajó en el jardín del Capricho, realizó una serie de pinturas para el interior del palacio, así como cambios y nueva decoración en el jardín: como una pirámide barnizada, un puente, un cenador, una pequeña casa para las gallinas y unos tiestos con figuras pintadas en ellos. El arquitecto neoclásico Antonio Aguado decidió darle unas líneas más sobrias al exterior, quitando los viejos balcones volados y sustituyéndolos por balcones sin vuelos. Mantuvo las ventanas buhardilla de estilo Austria, así como los zócalos de granito y muros de ladrillo. Aspectos que se aprecian en la imagen siguiente:

Palacio del Príncipe de Anglona a la izquierda y torre de San Pedro al fondo
(Foto SIEMA)

Palacio del Príncipe Anglona, vista general (foto cedida por Álvaro Benitez)

Fachada principal del palacio del príncipe Anglona con las dos puertas de entrada. 
(foto cedida por Álvaro Benitez)

Elegante entrada principal al palacio del príncipe de Anglona (SIEMA)

Hall tras la puerta de acceso principal al palacio del Príncipe de Anglona (SIEMA)

El decorador francés Jean Demostene Dogourc, que también trabajó para los reales sitios con Carlos IV y la reina MªLuisa, fue el encargado de la decoración interior, a base de mármoles, dorados de estilo imperio, arcos y finas columnas como en el antiguo dormitorio de forma elíptica. En 1816 heredó la propiedad el hermano pequeño, Príncipe de Anglona. Y será su primogénito, el Marqués de la Romana quien compre el palacio en 1872 y encargue posteriormente la renovación del jardín a Javier Whintohuysen Losada entre 1920-30.
Fachada de palacio adyacente al jardín (Foto SIEMA)

Interior de Dugourc (Foto Ramón Guerra de la Vega)

Jardin con el cruce central de caminos (Foto SIEMA)

Este jardín del Príncipe de Anglona es muy recogido. Situado en la parte posterior del palacio, como se solía realizar en los jardines palaciegos del s XVIII.Presenta una planta rectangular con un eje en forma de cruz, en cuyo centro de ha colocado una fuente alta de piedra, sobre una columna retorcida. Pegada al muro de la calle Segovia hay otra fuente baja de forma redonda y terminación lisa. Cuatro setos recortados de bojs están rodeando la fuente. en su interior cesped y plantas. Junto a grandes árboles como plataneros, hay pequeños frutales (granado, almendro) y otras plantas más decorativas y olorosas ( rosales, camelias). Bancos de piedra en los extremos situados al E, desde donde arrancan las pérgolas de hierro. En el lienzo 0 hay un pequeño cenador con el muro alto. Desde el jardín se aprecia la parte de atrás de la iglesia arzobispal castrense o la cúpula de la catedral de la Almudena. Resulta incómodo de andar por el pavimento antiguo en forma de ladrillo en espiga. Está abierto al público y es de entrada gratuita. Aunque desde aquí hacemos un llamamiento a los chicos del instituto de al lado, que suelen ensuciarlo y estropearlo con frecuencia. Tendríamos que ayudar a conservarlo entre todos los ciudadanos.

Fuente y cenador al fondo en alto (Foto SIEMA)

Detalle de la fuente con concha (Foto SIEMA)

Pérgola y banco al fondo (Foto SIEMA)

Vistas de Madrid desde el jardín (Foto SIEMA)

El jardín está rodeado de fuertes muros de ladrillo y mampostería. Las vistas más impresionantes son las realizadas desde la calle Segovia, desde donde se aprecia como jardín colgante, sujeto por fuertes muros de contención. El desnivel desde la Plaza de la Paja hasta la calle Segovia es bastante considerable.  Al jardín se accede por una pequeña puerta con reja, que se cierra durante la noche.

Esquina jardín colgante del Príncipe de Anglona (Foto SIEMA)

Detalle del muro y jardín colgante (Foto SIEMA)

Muro y puerta de entrada al jardín (Foto SIEMA)

El palacio y el muro del jardín ( Foto SIEMA)

La época más bonita para visitarlo es la primavera, ya que tiene muchas plantas de flor y pocas de hoja perenne. Antes de pasar al negocio con encanto que se haya justo al lado, me gustaría añadir que ya podéis seguirnos en twitter, donde hemos unificado Madrid con Encanto y Siema matritensis en Siema Madridcencanto    @siemamadencanto , desde el fin de semana pasado. Seguimos también en Facebook como Proyecto Siema para todo lo que queráis y publicando ahí las visitas de programas abiertos, o con posibilidad de inscripción individual, lo mismo que en Twitter. Empresas o grupos privados se hace previa cita. Y, por supuesto, nuestra web www.siema.es . Ahora os invito a deteneros en el Restaurante el Estragón. Se trata de un restaurante vegetariano de calidad y cocina elaborada, con una amplia carta. Situado en la Plaza de la Paja nº 10, con una agradable decoración en madera y manteles a cuadros. Echar un ojo a su carta en la web www.elestragónvegetariano.com y se os hará la boca agua, por ejemplo, con sus albóndigas de soja, el filete vegetal en salsa, los pimientos rellenos o sus dulces. Para reservar llamar al 913658982. Con unas imágenes del mismo me despido hasta la próxima vez.

Maribel 

Interior de El Estragón (web el Estragón)

Fachada a la Plaza de la Paja ( web el Estragón)

Terraza del restaurante (web el Estragón)