miércoles, 23 de marzo de 2016

Miguel de Cervantes, de la vida al mito, en la Biblioteca Nacional

Recomiendo vivamente acudir a esta exposición del IV Centenario por la muerte de Cervantes, que podremos visitar hasta el 22 de mayo del 2016 en la Biblioteca Nacional (Pº de Recoletos 20). Es la mejor inmersión en Cervantes hombre que he visto nunca. Todo ello ambientando con retratos originales, manuscritos, obras literarias, esculturas, videos y muchos testimonios. En el post de hoy algunos flashes para entenderla mejor, como siempre hacemos desde SIEMA. La sede de la exposición no puede estar mejor elegida, ya que la Biblioteca Nacional de España cuenta con los mayores fondos cervantinos del mundo. Está dividida en tres áreas: Cervantes como hombre, como retrato y como mito.

UN HOMBRE LLAMADO MIGUEL DE CERVANTES

Comienza la exposición con un vídeo donde el mismo personaje nos introduce en su vida y obra. Encontramos su partida original de bautismo, con fecha del 9 de octubre de 1547 y que proviene de Alcalá. Aunque no sabemos la fecha exacta de su nacimiento en esa ciudad, como cuarto hijo del Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas. Solamente se conservan 11 documentos autógrafos de Cervantes, casi todos ellos relativos a su vida profesional, que se pueden contemplar en nuestro recorrido. Por ejemplo cuando solicita prórroga para concluir su trabajo de cobros en el Reino de Granada o, cuando agradece a Juan de la Cuesta la entrega de un ejemplar del Ingenioso Don Quijote. Se percibe su letra clara, precisa y su firma grande con -b.

Manuscrito autógrafo de Cervantes solicitando prórroga en su trabajo de cobros en el Reino de Granada. Málaga, 17 de noviembre de 1594. (Foto SIEMA)

Este es del 9 de marzo de 1616, cuando agradece a Juan de la Cuesta la entrega de un ejemplar de El Quijote (Foto SIEMA)

Cervantes formó parte de la época que le tocó vivir y estuvo muy vinculado a la Monarquía hispánica y a la literatura de su tiempo. Fue un gran viajero que recorrió, prácticamente, toda España y todo el Mediterráneo, como ilustran los numerosos mapas de las ciudades o regiones donde vivió nuestro protagonista: Alcalá, Madrid, Valladolid, Sevilla, Barcelona, Portugal, Nápoles o N de África. Durante gran parte de su vida desarrolló un labor heroica como soldado. A través de las pagas que recibe y, de testimonios de sus contemporáneos se va viendo su ascenso. Él también narra en numerosos escritos esta vida soldadesca y su famoso cautiverio en Argel. Con sólo 22 años se embarcó para Italia al servicio de Giulio Acquaviva y así, en 1569, Cervantes está en Roma. Lo dejó pronto para entrar a trabajar como soldado en la compañía del capitán Diego de Urbina, del tercio de Miguel de Montcada, con el que se embarcó en la galera Marquesa , la cual estaba en la batalla de Lepanto el 7 de octubre de 1571. Ahí comenzaría su ascenso por su bravura, aún con fiebre y los dos arcabuzazos que recibió en el pecho y una mano. Aunque popularmente se le conocía como el "manco de Lepanto", no le faltaba una mano, sino que tenía inutilizada la mano izquierda, como anquilosada. Se recuperaría de sus heridas en el hospital de Messina y allí, seguramente, recibiría la visita de D. Juan de Austria, como solía hacer este capitán siempre con el personal herido. Además,  D. Juan de Austria le aumentó la paga a " 3 escudos de ventaja". Llegará a recibir 30 en 1575, cuando ya había llegado a ser cabo o alférez.

"D. Juan de Austria visitando a Cervantes", de Eduardo Cano de la Peña, 1823-97.
Museo de Cádiz (Foto SIEMA)

En la exposición encontramos muchos mapas y cuadros de esa batalla de Lepanto. Más tarde, regresando de Nápoles a España en la galera Sol, con cartas de recomendación del propio D. Juan de Austria y del Duque de Sessa, el 26 de septiembre de 1575, a la altura de la Costa Brava, les hizo prisioneros una flotilla turca, llevándoles a su hermano Rodrigo y a él a Argel. Por las cartas que llevaba pensaban que era un personaje importante. Pasó cinco años de duro cautiverio, donde volvió a hacer gala de su heroísmo organizando intentos de fuga que siempre fracasaron. También dió muestras de gran generosidad echándose todas las culpas siempre sobre sí, permitiendo que su hermano Rodrigo fuese rescatado antes o defendiendo a sus compañeros de cautiverio. En sus obras transmite la experiencia de este cautiverio y su gran conocimiento del mundo árabe.

Manuscrito sobre la paga de 10 escudos a Cervantes por sus servicios como soldado
(Foto SIEMA)

Cervantes no se nos muestra culturalmente en una burbuja, sino que participaba de la activa vida cultural de su tiempo. No tuvo estudios universitarios, pero si conocía la literatura renacentista, sobre todo del estudio de Juan López de Hoyos, de quien aprendió estudios humanísticos y poesía. En 1569 había publicado éste un libro sobre la enfermedad, muerte y exequias de la reina Isabel de Valois en el que incluyó tres poesías de circunstancias compuestas por Cervantes y comentaba López de Hoyos "Miguel de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo". Desde esta primera también escribirá nuestro autor numerosas poesías, incluidas dentro de sus obras o, la que expone la Biblioteca Nacional, un soneto preliminar que ilustraba un curioso juego de Oca de una obra cortesana dedicada a Mateo Vázquez, secretario de Felipe II ("Filosofía cortesana moral", de Alonso de Barros. Madrid, Pedro de Madrigal, 1587. Cuyo original está en el British Museum)....pero no pudo competir con la enorme calidad de nuestra poesía del siglo de oro. Si escribirá novelas, entremeses, comedias, en fin, muy buena prosa. Sus primeras ediciones se pueden contemplar en esta parte de la exposición.

"Segunda parte del Ingenioso Caballero Don Quijote" de Cervantes, por Juan de la Cuesta, 1615. 
Biblioteca Nacional . (Foto SIEMA)

De sus últimos momentos de este Cervantes hombre es muy interesante la localización de su última vivienda en el mapa de Pedro Texeira. Estaba situada en la calle Francos (hoy Cervantes) y a ella se accedía por la calle León. Pero en 1833 se derribo ese bloque de viviendas y se construyó el actual. Para saber más de esa casa y de las Trinitarias aconsejo leer http://madridconencanto-siema.blogspot.com.es/2013/10/barrio-de-las-letras-y-convento-de-las.html. Cervantes se mantuvo activo y lúcido hasta el último momento. En la exposición se puede contemplar su última carta, así como el Testamento que redactó su mujer en 1610 (aunque fallecería después que Cervantes, en 1620) y, lo que a mi juicio, es muy importante, el libro de difuntos del Convento de las Trinitarias. Este libro y sus anotaciones, más la última voluntad del escritor corroboran lo que se sabía desde siglos: Cervantes está enterrado en las Trinitarias. El libro es un manuscrito de los s XVI-XVII, descubierto en 1745.Otro asunto mucho más complicado es poder localizar sus huesos con certeza. 

En la esquina de la calle Los Francos estaba situada la última vivienda de Cervantes. Detalle del plano de P Texeira de "Topografía de la villa de Madrid"(Foto SIEMA)

Libro de Difuntos del Convento de las Trinitarias. El cuarto epígrafe, a la decha, indica que Cervantes murió el 23 de abril y está ahi. (Foto SIEMA)

"Los últimos momentos de Cervantes", de Victor Manzano y Mejorada. 1856, Refleja el momento en que está escribiendo la carta al Conde de Lemos en Los Trabajos de Persiles, sólo tres días antes de morir. Museo del Prado. (Foto SIEMA)

UN RETRATO LLAMADO MIGUEL DE CERVANTES

Esta sería la segunda parte de la exposición. Casi no existen retratos de nuestro artista, así que la mayoría de los autores han tenido que recurrir a lo que el propio Cervantes cuenta de sí mismo en sus obras. Como el retrato de palabras al inicio de las Novelas ejemplares, que le sirvió al pintor William Kent para realizar la obra "Retrato de Cervantes por él mismo" cuando, en 1738 y ante la imposibilidad de encontrar retratos verdaderos del autor, Lord Cartenet, que era el que impulsó la primera edición de lujo de El Quijote encargó a Kent que pasara a imagen lo que Cervantes comentaba de sí mismo. Muchas veces en El Quiijote, por ejemplo, el capítulo 39 donde cuenta su cautiverio, o en las aventuras de otras de sus obras, sabemos de esos rasgos autobiográficos. Uno de los retratos más fiables es el pintado por Juan de Juáregui en 1600, donde vemos casi otro Quijote: delgado, de frente ancha, labios pequeños y finos, ojeroso, pero con ojos negros muy expresivos. No se parece en nada al retrato de Alonso del Arco del sXVIII.

Retrato de Cervantes por Juan de Jaúregui, 1600. Real Academia de la Lengua
(Foto SIEMA)

Retrato de Cervantes Saavedra por él mismo, de W. Kent. Por George Vertue
(Foto SIEMA)

Retrato de Cervantes por Alonso del Arco, s XVIII. Real Academia de la Lengua
(Foto SIEMA)

La verdad es que sus primeros biógrafos son muy tardíos, como Gregorio Mayáns y Siscar, que terminó de escribir en 1737 la primera de las biografías cervantinas para acompañar a una edición del Quijote. Por tanto, teníamos de Cervantes muy pocos datos históricos y muchas referencias literarias.

Páginas donde Gregorio Mayáns cuenta brevemente la vida de Miguel de Cervantes
(foto SIEMA)

UN MITO LLAMADO MIGUEL DE CERVANTES

Desde el personaje pasamos a la última parte de esta interesante exposición, donde se muestra la creación del mito de Cervantes. En Europa la obra cervantina va triunfando, generalmente a base de hacer reir. Pero en Inglaterra la valorarán de otra manera y allí empiezan los escritores a ver en Cervantes un modelo a imitar. Podemos contemplar la segunda parte de el Quijote en una edición inglesa de 1620. Durante el s.XIX revive el mito de Cervantes. La guerra de África (1859-60) nos acerca a sus vivencias, así como el gusto por el exotismo oriental que tienen los artistas y la sociedad del momento. La primera escultura pública de Miguel de Cervantes se levantó en junio de 1835 en Madrid, en la plaza de las Cortes. Después vendrían más, como la estatua frente a los arcos de entrada a la Biblioteca Nacional o el famoso monumento a Cervantes de la Plaza de España (Se pueden ver todas las facetas de su creación hasta que se colocó). Del pintor valenciano Muñoz Degrain se expone su obra "Cervantes escribiendo la dedicatoria de su obra al Conde de Lemos" (1916. Biblioteca Nacional). Hoy en día Sancho y Quijote son todo un símbolo de España y objeto para los turistas. Pero el cervantismo es todo un modelo de vida, donde escritores como Ortega, Unamuno, Menendez Pidal se inspiraron. Muy aclaratorias las palabras finales de Javier Gomá: "El nuevo ideal es Cervantes. Si el Quijote fue el libro de la conciencia moderna, la perdurable imagen de su autor está llamada a valer de gran mito post-moderno. España sería mejor, más cívica, más urbana, más humana, si imitara más su ejemplo, si fuera más cervantina". Con estas últimas imágenes me despido animándolos a darse una vuelta y ahondar en esta exposición.

Maribel Piqueras

Vista de la plaza de las cortes y la estatua de Cervantes, tomada de Luis Ambrosini. Litografía de 1837-41, Biblioteca Nacional.(Foto SIEMA)

Modelo en bronce de Cervantes para el monumento de la Plaza de España, Lorenzo Coullot Valera
(Foto SIEMA)

Fotografía de la Biblioteca Nacional del Monumento a Cervantes en la Plaza de España
(Foto SIEMA)

Cervantes nos recibe, el primero a la dcha, en la escalinata de la Biblioteca Nacional
(Foto SIEMA)

lunes, 14 de marzo de 2016

La muralla de Madrid y las cavas

Hoy continuamos con el recorrido de los restos de esa primitiva muralla por Madrid: restos que pueden ser visibles hoy en día en algunos cimientos de edificios de la zona y, sobre todo, en el urbanismo. Este área presenta, junto a esos restos arqueológicos, un encanto especial en muchos de sus edificios y negocios. En el tramo de esta entrada nos situaremos entre la antigua Puerta de Guadalajara y la Puerta de Moros, que estaba en el lado sur de la muralla. La Puerta de Guadalajara concluía el trazado de la muralla en el E de la ciudad. La actual calle Mayor terminaba en esa puerta de Guadajara, llamada así porque conducía hasta esa ciudad y hacia Alcalá. Muy cerca de ella se situaban los tramos que se conocen como "cavas". Estas cavas, como su mismo nombre indican, eran fosos situados al exterior de la muralla, la delimitaban y separaban los extramuros de la propia villa de Madrid. Siguen el trazado sinuoso de la muralla, como ya vimos, reciclada hoy en otros edificios o monumentos de la ciudad. La Plaza de San Miguel y su famoso mercado lo dejaremos para otra de nuestras entradas. La Cava de S. Miguel, que lleva el nombre de una de  las iglesias medievales que hoy no existe, es muy interesante. Nos llevaba hasta Puerta Cerrada, otra de las puertas de la muralla, muy pequeña y como engullida entre las casas, lo que la constituía como punto estrecho y peligroso para circular. Fue demolida en el año de 1569, pero en ese punto quedan restos visibles, incluso un torreón semicircular, lo malo es que forman parte de viviendas particulares. 

Placa indicativa de la Cava de San Miguel
(Foto SIEMA)

Es muy interesante la vista desde esta Cava de San Miguel hacía las otras cavas. Se ve claramente la curvatura del terreno. En estos arrabales de la ciudad, sobre la antigua Plaza del Arrabal del s.XV, Felipe II mandó construir la Plaza Mayor, para dotar a la ciudad de un espacio público en condiciones con el fin de celebrar diversos actos: paradas militares, festejos, corridas de toros, ejecuciones, etc. Para saber más http://madridconencanto-siema.blogspot.com.es/2012/11/plaza-mayor-de-madrid.html. Gómez de Mora hubo de realizar enormes terraplenes y rellenar el terreno, debido al gran desnivel hacia las cavas. 

Curvatura de la Cava de S.Miguel
(Foto SIEMA)

Uno de los lados del Arco de Cuchilleros, donde se aprecian 
los refuerzos de Gómez de Mora
(Foto Siema)

En torno a las cavas, que eran las afueras de Madrid, se solían situar las sedes de muchos de los gremios de la ciudad (bordadores, cuchilleros, panaderos, carniceros....) y, junto a estos trabajadores, los comerciantes, mesoneros y pensiones. Todavía hoy quedamos maravillados de algunos de los negocios que vemos por la zona, como por ejemplo, la Casa Botín, el restaurante más antiguo del mundo, en activo desde 1725 (reinado de Felipe V). Su fachada antigua sigue el modelo Austria de zócalo de granito, con muros de ladrillo, a los que se añade el tejado con teja árabe y las pequeñas ventanas abuhardilladas. En su interior las bóvedas del sótano, que sostienen el edificio, como pasa a otras casas de la zona, en especial a los mesones situados bajo la Plaza Mayor.
Restaurante Sobrino de Botín
(Foto SIEMA)

Entre Puerta Cerrada y Puerta de Moros aparecen visibles muchos tramos de la muralla, como los que se encuentran en la Cava Baja, en el suelo de locales conocidos y visitables, o en la calles de el Almendro o Mancebos. Uno de esos locales, la Posada del León, que incluso presenta un antiguo portón de la muralla, se puede leer en el post mencionado en los párrafos anteriores. Hoy me quiero detener en otro tramo de muralla y negocio con encanto de esta Cava Baja. Me refiero a la Posada del Dragón. Realmente, como comprobarán los seguidores del blog, es un lugar con mucha historia y patrimonio. Desde aquí agradecer a Gloria el tiempo que nos dedicó. La actual posada se inauguró en mayo del 2011. Originariamente aquí estaban situadas dos posadas y viviendas, asentadas usando como cimientos los sillares y mampostería de la antigua muralla. Observando la fachada de la izquierda, todavía se conserva el rótulo de la Tienda y Fábrica de Jabón La Antoñita. Entramos por la entrada para caballerizas antigua, donde han colocado en el medio actualmente una gran losa de granito que estaba en la fachada, aquí se encuentra la barra del bar y recepción. En el interior conserva la famosa corrala de vecinos, con sus vigas y zapatas de madera, y la pila para el agua. De ahí sale una escalera hacía las habitaciones del hotel.

Fachada de la Posada del Dragón (Foto SIEMA)

Posada del Dragón, entrada y barra
(Foto SIEMA)

Patio de corrala (Foto SIEMA)

Abrevadero en el patio de la corrala
(Foto SIEMA)

Arranque de la subida a las habitaciones desde la corrala
(Foto SIEMA)

Los dueños actuales han mantenido también la tradicional Fábrica y Tienda de Jabones La Antoñita (fines s.XIX y sXX). Una fábrica que pasó de generación en generación. Se ve el rótulo original, la tienda de jabones con el mostrador al fondo, la fábrica en el interior, con la vivienda y cocina. Incluso en los baños actuales han mantenido el lavadero de la antigua familia, labrado en mármol rústico. ¡ Una maravilla de sitio!

Parte izda de la Posada, donde se mantiene el formato de tienda La Antoñita
(Foto SIEMA)

Posada del Dragón. Tienda de jabones con 
el mostrador al fondo (Foto SIEMA)

Esta posada, como ven, es un sitio que rezuma encanto y tradición. Os animo a visitarla. En sus suelos se puede contemplar la muralla, aunque no de forma clara. Pódeis seguir todo lo que hacemos en Madrid en facebook Proyecto Siema, nuestra web www.siema.es (en agenda las visitas con posibilidad de inscripción individual) o el twitter @siemamadencanto. Estaremos encantados de atenderlos. ¡ Hasta pronto!

Maribel Piqueras

Muralla en el suelo de la Posada del Dragón
(Foto SIEMA)



jueves, 3 de marzo de 2016

Muralla de Madrid y calle de El Espejo

El trazado sinuoso de las calles El Espejo y las dos Cavas, alta y baja, del Madrid de los Austrias, tienen muchas historias que contarnos. Por ahí se extendía la segunda muralla de Madrid o muralla cristiana. La construcción de esta muralla fue iniciada por Alfonso VII en el s. XII, al poco tiempo de que su antecesor en el trono tomara la ciudad a los árabes. Esta muralla ocupaba el triple de la anterior, ya que estaba destinada a acoger en su interior (unas 35 hectáreas de terreno) una ciudad que iba creciendo hacia el S y hacia el N, pero nunca hacia la parte del río Manzanares. Durante el s. XIII se continuó su construcción y constaba de las siguientes puertas:
  • Puerta de Valnadú: se localizaba muy cerca de la llamada "Torre de los huesos" árabe y fue demolida en 1567. Entre esta puerta y la de Guadalajara quedan hoy restos visitables, como un aljibe cercano a la muralla (en el salón aljibe de la Botillería del Café de Oriente), un trozo de muralla con portillo en los bajos de un local ( Hoy es Hollywood de Ópera) o los lienzos que hay en la calle de El Espejo, que es la parte en que nos centraremos en esta entrada.
  • Puerta de Guadalajara: Muy cerca de la cava de San Miguel
  • Puerta Cerrada: Esta puerta se demolió en 1569. En la propia plaza hay un trozo de muralla que incluso conserva un camino de ronda y su torreón semicircular, pero no está en un sitio abierto al público, sino los números 4 y 6, que son viviendas particulares.
  • Puerta de Moros: demolida en el s. XVII. Entre la puerta anterior y ésta es donde más tramos nos encontramos al exterior, y que no comentaremos en esta entrada, sino en la siguiente.
Plano de localización de las murallas árabes y cristianas

Trozo de muralla con portillo en los bajos del Hollywood de Ópera
(Foto SIEMA)

Aljibe de la Botillería (Foto SIEMA)

El tramo de muralla que hoy nos ocupa es muy largo. El de la calle El Espejo es el que se había iniciado en la Puerta de Valnadú y al llegar a nuestra calle va girando hasta la Puerta de Guadalajara. Aunque el rótulo del ceramista Ruíz de Luna nos describe la calle con espejos, la verdad es que el nombre hace referencia a atalayas moriscas anteriores por esta zona, que en el Mayrit antiguo sonaría a "specula" y que los castellanos traducirían como espejos. Incluso Moratín, en el s. XVIII, nos confirma esta teoría, cuando dice " las que labran junto a la eminente atalaya deshecha, que a su calle nombran de Espejo equivocadamente".

Placa que nos recuerda dónde estaba situada la puerta de Valnadú, que es de donde partía el tramo de muralla que recorría la calle del Espejo (Foto SIEMA)

Rótulo en la cale del Espejo (Foto SIEMA)

 En esta calle habitaron ilustres artistas. Por ejemplo, Goya, que vivió en ella entre 1777-1779, después de dejar el primer domicilio que había tenido en la calle del Reloj y, antes de pasar por otras muchas calles en Madrid. Goya estaba recién casado en esos años y prefirió vivir cerca de su cuñado y del Palacio Real. Además, trabajaba con éxito  para la Real Fábrica de Tapices. Músicos y escritores vivieron también por esta calle: el director de orquesta Daniel Sokondale, quien habitó los números 9 y 11 y falleció aquí en 1877 o la escritora romántica Ángela Grassi en el número 17. Ese ambiente artístico se percibe en las tiendas que se ven por la calle: antiguedades, libros, instrumentos musicales y hasta una floristería de lujo.

Placa que recuerda que Goya habitó en esta casa del nº 1 de la calle El Espejo
(Foto SIEMA)

Arriba y abajo pueden ver dos de las tiendas de instrumentos musicales en la calle, Luthier e instrumentos Garijo (Foto SIEMA)

Bonito rincón de la calle con los marcos artesanos Díez Alcolado al fondo
(Foto SIEMA)

Pero el negocio con más encanto de la calle, edificado sobre los restos de muralla visibles, incluso sobre el arranque de uno de los torreones circulares, es la pastelería francesa Sta Eulalia, recién inaugurada en diciembre del 2015. El dueño, José Trabanco, es un enamorado de las cosas artesanas, la calidad y la historia. Junto al arquitecto y pintor ,Anto Chozas, han conseguido el equipo perfecto para poder recuperar esta joya de nuestro patrimonio, como es la muralla del s.XII y embellecer un edificio que, entre pladur, techos bajos y compartimentos de oficina, dejaba oculto para los madrileños un monumento que les pertenece. Han sabido adaptar la decoración al carácter de los restos encontrados y al estilo de ese Madrid Austria. Por eso utilizan materiales naturales, artesanos, como el adobe, la madera, incluso la madera del pavimento del suelo (sin barnices, tratada sólo con aceites). A Jose Trabanco no le gustan las mezclas, ni añadir a los alimentos productos químicos que engañen. De ahí que la harina sea natural 100% y la amasen a mano; que los chocolates los hagan ellos mismos, incluso en el café también indican la procedencia, el azúcar es de caña sin refinar. Y, por supuesto, probar su pastelería francesa en un ambiente tan agradable no se le resiste a nadie. Expertos cocineros de Cordon Blue realizan las masas: increibles sus mini tatín de manzana, los brioches, financiers y cualquier cosa que hagan. Para que se hagan una idea, pueden pinchar en cada una de estas fotos. Recuerdo al lector que, aunque las imágenes de este blog parezcan  pequeñas a simple vista, no hay más que pinchar sobre ellas para verlas mucho más grandes y claras. 

Fachada de Sta. Eulalia, en ese elegante edificio del sXVIII con sus rejas de hierro, ménsulas y molduras de estuco ( Foto SIEMA)

Entrada y distribuidor de Sta. Eulalia (Foto SIEMA)

Un detalle del mostrador de chocolates. También hay tabletas que fabrican ellos mismos con chocolates procedentes de Ecuador, Tanzania o México (Foto SIEMA)

Brioches y panes. La barra de pastelería y panadería se sitúa a la izquierda de la entrada y, 
a la derecha, los chocolates y golosinas (Foto SIEMA)

Tatín de manzana individuales (Foto SIEMA)

Lienzo de muralla medieval que recorre toda la pared del fondo del local
(Foto SIEMA)

Arranque semicircular de la torre (Foto SIEMA)

Visibles los diferentes añadidos, en sucesivas épocas, a la torre: mampostería, y, sobre todo, ladrillos de diferentes siglos (Foto SIEMA)

Sentados sobre la muralla (Foto SIEMA)

Al fondo, este espacio con la barra de cafetería
(Foto SIEMA)
Si quieres conocerlos más puedes acercarte a la  Calle Espejo nº 12 o twitter @St_eulalia o su facebook SantaEulaliaBoulangeriePatisserie. Un sitio donde el arte de la pastelería y el arte del patrimonio se mezclan. Como ven, esta calle no deja de descubrirnos cosas en Madrid. Cerca de ahí se esconde una curiosa floristería holandesa, Fransen et Lafite, Situada en la calle Espejo nº 5, www.fransenetlafite.com, nos ofrece todo tipo de flores, plantas, bulbos, velas, aromas. Un holandés, Patrick Frasen y un español, Javier Lafite, nos han traído a Madrid una típica floristería holandesa moderna, donde se pueden alquilar árboles frutales o flores para decoración de eventos. Las velas francesas, cire trudon, son un producto de gran calidad y se siguen haciendo con la misma técnica que en el s. XVII. Para saber más sobre SIEMA-Madrid con Encanto y sobre lo que hacemos por Madrid no dejes de seguirnos en facebook Proyecto Siema o twitter@siemamadencanto. ¡Hasta pronto!

Maribel Piqueras

Fachada de Fransen et Lafite que hace esquina con Conde de Lemos
(Foto SIEMA)

Interior de la misma (Foto SIEMA)